Melissa Seraphi

Creo que no hace falta presentar a este curioso personaje. Mucho tiempo ha pasado desde la formación y primera aparición de la ya famosísima banda de “Ladrones de gallinas” y como todo en la vida, ésta necesita de una total renovación.
Mientras los nuevos miembros llegan a casa y empiezo a maquinar sobre los nuevos uniformes, estos se han tomado un descanso y disfrutarán del ansiado botín acumulado estos últimos meses.
Esta es la historia bonita. La de verdad es que es tan triste últimamente la llegada a casa de grandes figuras, que he tenido que buscar una afición adicional hasta que mi triste economía de para algo importante.

Pollos

Empezó el pasado Domingo como una pequeña sesión parodia pero quien iba a imaginar que me pondría a sacar partido a estos nendos. No tengo pocos pero en ningún momento me habían llamado como para prestarles una atención excesiva. Este nuevo hobby me va tener entretenida muchos ratitos largos.
Por cierto, si alguien se pregunta de donde he sacado esos pollitos, los compré en Barcelona en una pastelería. Alguien ya me ha dicho que son muy típicos en Pascua. Me quedé alucinada de ellos cuando veía impresionantes escaparates llenos de pollitos y florituras de todas las formas y colores. Aunque no es poco los cincuenta céntimos la unidad me costaron los treinta pollitos que compré, os aseguro que la cara que puso la dependienta cuando le pedimos poder comprar los pollitos que adornaban los dulces del escaparate, fue totalmente impagable, jeje